En mi viaje en carretera por Nueva Zelanda conducía la furgoneta en la isla sur, por una preciosa carretera secundaria, la más alta del país, cuando me pareció pasar al lado de una valla llena de sujetadores. No es nada habitual, en un paisaje bucólico de montañas, pastos y ovejas ver una valla tan colorida, así que dimos la vuelta y atónitos tiramos algunas fotografías.
Unos días más tarde lo busqué en Internet y resulta ser un lugar conocido, hasta con fan page en Facebook. Se trata de la bra fence o la verja del sujetador, en Nueva Zelanda.
Hay quién cree que fue el dueño de la finca, John Lee, el primero en colgar un sujetador en la Navidad de 1999. Desde entonces, la fila de prendas femeninas se ha extendido hasta superar las 1.000 unidades en algunos momentos. Como cabe pensar, algunos vecinos ven este peculiar elemento turístico como algo ofensivo, además de arriesgado para el tráfico, pues no hay lugar para aparcar y los coches paran en la misma carretera.
Desde su inicio, varias veces los sujetadores han aparecido cortados de la noche a la mañana e incluso, en una ocasión, la valla se descolgó por el exceso de peso. Pero al poco tiempo, la bra fence siempre ha resurgido.
Se encuentra cerca de un pequeñísimo pueblo llamado Cardrona, en la carretera más alta de Nueva Zelanda, la Crown Range Road. Esta carretera asciende por las montañas entre las turísticas ciudades de Queenstown y Wanaka.
Fotos | Mar Serrano En Diario del Viajero | Conduce gratis una caravana con Relocation, el complemento perfecto para helpx y couchsurfing En Diario del Viajero | Un paseo por la Península de Banks. Descubriendo el pasado francés de Akaroa, en Nueva Zelanda