Con la celebración del Día Internacional del Turismo, muchas voces más o menos calificadas, emiten opiniones y se escriben muchísimas líneas en la prensa.
Como muestra vale un botón.
"La grandeza del turismo no está en la riqueza que produce, sino más que nada, en el crecimiento que provoca en cada individuo.". Palabras del Papa Benedicto XVI.
"El turismo tiene que ver, sobre todo, con los seres humanos", continúa," ya que así las personas se conocen y aprenden a establecer lazos estables que vam más allá de la duración del viaje, y que permanecen en la memoria del turista".
Bueno, simplificaciones aparte, digamos que los valores sociales del turismo están más que conocidos. De hecho, a más de uno (sea Papa o no) le vendría muy bien un viajecito por países de culturas distintas a las netamente europeas (o centro europeas) para tomar contacto con otras realidades. Así tal vez, cuando se emitieran juicios, evitarían de meterse en tremendos jardines . Pero además, no debemos olvidar la fundamental importancia de esa riqueza generada en el destino. Para muchos de ellos, tan vital como el aire mismo.
Que ese "individuo" vuelva a su casa europea después de vivir una "experiencia enriquecedora" es sustancial. Lo estimulará a seguir viajando, conociendo, aprendiendo... y generando más riqueza tanto en su lugar de origen como, y sustancialemnte, en los destinos.
Entonces sí, esos "vínculos" serán productivos para ambos lados de la cuerda. Para quienes aprenden y se cultivan , y para quienes reciben ese ingreso que, en muchos casos, es la diferencia entre sobrevivir y desarrollarse.
Vía | TG Italia