Multitud de turistas visitan todo el año, pero especialmente en verano, la Catedral de Sevilla, uno de sus monumentos más sobresalientes. Una situación que ha hecho que el edificio sea, cada vez más, un lugar más turístico que de culto.
Y parece que el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, se ha cansado de la situación y de ver cómo la indumentaria de los turistas han convertido a la Catedral en un parque temático.
En el semanario Iglesia en Sevilla es donde el arzobispo ha querido llamar la atención sobre este hecho, diciendo que "algo deberíamos hacer el Cabildo de la Catedral y los sacerdotes" para recuperar los aspectos sagrados de estos lugares de culto.
Además, ha pedido que se tenga en cuenta la hora en la que se visita el templo, y se respete si en su interior hay confirmaciones, bodas o cualquier otra celebración.
El debate está servido, porque además estamos hablando de una ciudad que normalmente estos días siempre supera los 40 grados. Por ello, es habitual ver a turistas en tirantes, chanclas, pantalones cortos e incluso algunos hombres en bañador.
Por ello los turistas justifican su look, pero choca con la idea del arzobispado. No es la primera vez que la vestimenta de los turistas se cuestiona, no sólo en templos religiosos. Algunas ciudades europeas, y españolas, han intentado poner normas de vestimenta incluso para ir por la calle en verano.
¿Están el culto y el turismo condenados a entenderse? ¿Qué opináis?
Vía | Diario de Sevilla
Imagen | DoNotLick