La ciudad alemana en la que las mujeres llevaron a los hombres en su espalda

La ciudad alemana en la que las mujeres llevaron a los hombres en su espalda
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A rebufo del éxito que tuvo la entrada dedicada a los lugares más antisexuales del mundo, o lo que es lo mismo, los lugares donde las mujeres tuvieron un papel protagónico en algún momento de la historia, hoy me gustaría llevaros de la mano a una pequeña ciudad alemana, Weinsberg. Bien, yo os llevaré de la mano, pero si sois mujeres, quizá deberíais llevarme vosotras, pero encima de vuestra espalda.

Weinsberg es una ciudad ubicada en el estado alemán de Baden-Wurtemberg, entre el Neckar, en el oeste, y las montañas Löwenstein en el este. Posee una población de cerca de 12.000 habitantes. La ciudad se encuentra en el valle del río Sulm en la parte noreste del estado.

A primera vista, pues, la ciudad no reviste ninguna peculiaridad destacable. Bueno, tien un castillo reconvertido en cárcel, donde se dice que han sucedido muchos fenómenos paranormales. Pero poco más. Pero los buenos viajeros no sólo deben ir siempre bien pertrechados con gafas bien graduadas, telescopios, microscopios y hasta aparatos de rayos X (en sentido metafórico, ya me entendéis). También resulta importante llevar una pequeña máquina del tiempo, como la de H. G. Welles.

Así que démosle a la palanca apropiada, y que los guarismos de nuestra tabla de fechas de la máquina del tiempo se vaya reduciendo casi mil años, hasta 1140, en tiempos del tiránico emperador Conrado III, cuando el Sacro Imperio Germánico se encontraba afectado por las cruentas luchas entre güelfos y gibelinos.

ilustración de las mujeres cargando a sus maridos
Conrado III había sitiado la pequeña ciudad bávara de Weinsberg, que se resistía tan numantina que recordaba a la aldea gala de Astérix. Así pues, como medida desesperada, el emperador desvió el curso del río que proporcionaba agua a la ciudad, y también impidió el paso de aves sobre el lugar, a fin de que los habitantes de Weinsberg murieran de hambre y de sed.

Los habitantes de Weinsberg aceptaron su derrota, y prometieron rendirse si recibían un trato benevolente, tal y como explica Gregorio Doval en su libro Fraudes, engaños y timos de la historia:

Conrado III accedió a respetar la vida de las mujeres de la ciudad, permitiendo que se marcharan con todo lo que pudieran llevar consigo. Cuando al día siguiente se abrieron las puertas de la muralla, las mujeres salieron en largo cortejo, pero dejaron atónito al emperador, pues no iban cargadas con sus posesiones, como él esperaba. Cada mujer llevaban en su espalda el peso de su marido, hijo o padre. El emperador quedó tan sorprendido por tanta nobleza que perdonó la vida a todos los habitantes de Weinsberg.

Algunas cosas más de Weinsberg

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Dejando a un lado esta curiosidad histórica, Weinsberg también merece una visita por otros motivos. Por ejemplo, durante la Segunda Guerra Mundial, Weinsberg era el sitio de un campo de prisioneros para oficiales aliados (Francia y Gran Bretaña). El 12 de abril de 1945, la ciudad fue destruida por los bombardeos aéreos.

Cuenta con un gran hospital psiquiátrico y neurológico, fundada en 1903. Nombrado "Klinikum am Weissenhof" (desde 2002), es el mayor empleador de la ciudad. También es una institución estatal para la enseñanza y la investigación en enología, llamado Staatliche Lehr-und Versuchsanstalt für Wein-und Obstbau.

Fotos | Wikipedia

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