Escaramuzas en el bosque y gases lacrimógenos. Ecologistas, granjeros y policía se enfrentan por un nuevo aeropuerto francés

Escaramuzas en el bosque y gases lacrimógenos. Ecologistas, granjeros y policía se enfrentan por un nuevo aeropuerto francés
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Bien podría ser el escenario de una película policial. Un denso bosque de la Bretaña francesa cubierto por la niebla otoñal, escaramuzas entre los árboles y enfrentamientos en el barro invernal. No se trata de un argumento de espías ni de ladrones en fuga, se trata de la realidad que se ha vivido durante todo este invierno en las afueras del pueblo de Notre Dame des Landes, a 25 kilómetros de Nantes, Francia.

El pasado mes de noviembre unos cuantos cientos de manifestantes ocuparon el bosque donde se ubicaría el nuevo aeropuerto de la ciudad de Nantes, para reemplazar las instalaciones del actual buscando ampliar la capacidad operativa con nuevas pistas e instalaciones. El objetivo es dotar al oeste de Francia de un aeropuerto regional que pueda recibir a grandes aviones como el A380 y recibir hasta 9 millones de visitantes al año.

Pero no todos están de acuerdo.

El proyecto oficial tiene fuertes resistencias entre diversos grupos de lo mas variopinto, que se han reunido para hacer frente al nuevo aeropuerto. Por un lado están los granjeros de la zona, de perfil absolutamente tradicional y aferrado a su tierra mientras conservan el estilo de vida de sus antecesores. Familias enteras de criadores de ganado o agricultores de boina que llevan generaciones trabajando la tierra. Ellos no quieren el aeropuerto.

Por otro lado, se les han unido los movimientos ecologistas franceses que están en contra de la nueva terminal aérea porque la consideran innecesaria, argumentando los peligros para el ecosistema bretón. Ellos tampoco quieren un nuevo aeropuerto.

Al llamamiento de estos dos grupos se han sumado los llamados anti-sistema de muchos rincones de Europa, que llegaron a Notre Dame des Landes para apoyar al resto y hacerse fuertes en el bastión de los bosques. Tampoco quieren el aeropuerto.

nantes
Nantes

Esta curiosa mezcla humana acampó literalmente sobre los terrenos de la futura estación aérea para resistir todo el invierno. Tiendas de campaña y cabañas improvisadas se instalaron sobre el terreno húmedo bajo los árboles y aguantaron un primer intento de la policía por desalojarlos, en noviembre pasado. A partir de allí, se sucedieron pequeñas escaramuzas y una tensa situación esperando que unos u otros desistan.

Las "trincheras" están construidas con lo que tienen cerca: desde aparejos de granja, hasta colchones y no dudan en poner a sus vacas lecheras en primera línea o amenazar con bloquear las entradas a Nantes con tractores y motocicletas.

¿Cómo están las cosas en este momento? La tensión sigue, pero el gobierno ha anunciado nuevos estudios sobre el impacto que tendría el nuevo aeropuerto en términos de polución acústica, corte de senderos naturales, desvío de cauces de agua, etc. Por lo pronto, todos estos estudios y comisiones postergarán el problema y es probable que no haya inauguración de nuevo aeropuerto para el 2017 como se había planeado.

Pero no me queda claro que todo esto no sea una nube de humo para desarmar la "resistencia" y actuar de todas formas. Las empresas constructoras del próximo aeropuerto ya han comenzado a comprar granjas en los alrededores porque ya sabemos que las nobles intenciones de los granjeros, poco podrán frente a un buen talonario.

Foto | CB_27 Vía | La nouvelle Republique

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