Experiencias peligrosas durante un viaje

Experiencias peligrosas durante un viaje
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Es algo natural que, durante un viaje, los viajeros hagan cosas que en casa jamás harían con el ánimo de experimentar o de ponerle algo de adrenalina a la aventura, entre otras cosas.

Claro que, a veces, estas ganas de probar nuevas cosas puede llegar a convertirse en un peligro, en una experiencia extrema y en algo que jamás olvidarán y no precisamente para bien.

Y cuando hablo de “nuevas cosas” no me refiero a deportes peligrosos o a recorridos por terrenos lejanos, sino a probar sustancias, muchas de ellas naturales, que tienen sobre el cuerpo (y la mente) efectos alucinógenos. De este modo, el viajero pierde el control sobre sí mismo, convirtiéndose en un peligro para él y para terceros.

Es por ello que nuestra recomendación, y la de quienes lo han probado, es no intentarlo. Es que el efecto asusta, es duradero y puede traer malas consecuencias. Pero, si aún así se insistiese en experimentar con estas sustancias, lo ideal será hacerlo junto a alguien “sobrio” que controle los movimientos, actitudes y el comportamiento en general, de manera de evitar cualquier tipo de circunstancia nociva para la integridad propia y ajena.

En tanto, en algunos sitios donde se accede a estas sustancias, los vendedores suelen dar algunos consejos antes de su consumo.

Pero, cuando se habla de sustancias, ¿A qué nos referimos? Pues por ejemplo a los hongos o setas que hacen que quien los haya consumido sienta que abandona su cuerpo, las cosas se ven desde otra perspectiva, se ven formas, imágenes y colores que no están realmente. Las pupilas se dilatan, hay hipotensión, disminución del ritmo cardiaco, debilidad y desorientación.

Por su parte, entre las culturas del Amazonas de Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador y Brasil existe una bebida llamada ayahuasca y que se obtiene tras la cocción de diferentes plantas entre las que se destaca la liana. Esta sustancia es utilizada por los chamanes en medio de una especie de ritual. Ceremonia a la que muchos turistas quieren acceder y en la que, según los mismos chamanes, se “viaja” a través de tres niveles. En el primero se dice que sale todo lo malo y allí se acelera el ritmo cardíaco, se siente mucho calor y existe un proceso de purga en el que generalmente hay vómitos, también pueden aparecer visiones. El segundo nivel es de tranquilidad, y el tercero de amor y ternura.

Quienes saben indican que jamás habrá que probar la ayahuasca estando solo debido a que las visiones generan miedo y será necesaria la contención de quienes saben. Además, es muy peligroso para personas cardíacas, descompensadas, diabéticas o aquellos que consuman medicamentos psiquiátricos.

Por su parte, el peyote es una especie que crece en México y en parte de Texas. Sus efectos, de acuerdo a la cantidad consumida pueden llegar a durar alrededor de 12 horas y se recomienda hacerlo bajo supervision. Cabe destacar que, además de las visiones, el peyote hace que aumente el ritmo cardiaco y respiratorio, que las pupilas se dilaten y hasta puede provocar náuseas y vómitos.

Aclaración

El consumo de algunas de estas sustancias es ilegal en algunos países y, como hemos visto, su consumo puede provocar efectos peligrosos. Por ello, para evitar problemas con la ley y con nuestra salud, mejor conocer cuáles son sus características.

Claro que, si bien algunas forman parte de la vida de determinadas culturas, quizás no sea una buena idea poner en riesgo la integridad de cada uno con estos “viajes” a bordo de hongos, plantas o bebidas alucinógenas.

Foto | Flickr de boklm
En Diario del Viajero | Coffee shops sin turistas en Holanda

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