La enorme variedad de personas que hay el mundo: pobreza, riqueza y cómo cabemos todos en el Gran Cañón (I)

La enorme variedad de personas que hay el mundo: pobreza, riqueza y cómo cabemos todos en el Gran Cañón (I)
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A poco que te atreves a abandonar las fronteras de tu lugar de nacimiento, descubres enseguida que el mundo está lleno de personas muy distintas entre sí, que cada país, e incluso cada ciudad, posee grupos de personas moldeados por otras culturas, religiones, lenguas, costumbres, meteorologías y economías.

Una de las formas más profundas de advertir el inmenso abanico que comprende la especie humana pasa por interactuar con el mayor número de personas posible, lo que también permite que uno entienda otros punto de vistas que acaso enriquecerán el propio y, sobre todo, reparará en que los demás, los que viven lejos, hacen cosas raras o tienen la piel de otro color, en el fondo están impulsados por motivaciones, miedos y sueños muy similares a los nuestros.

Viajar no sólo es conocer, pues, sino también es dejar de tener miedo al extraño, aceptar otras maneras de pensar. De hecho, una asignatura por la que apostaría en los colegios sería la lectura de una novela de unas cuantas miles de páginas que contara cientos de miles de historias individuales de personas de todos los países, culturas, religiones, condiciones del ancho mundo. Simplemente para empezar nuestra vida ampliando un poco nuestros horizontes provincianos. Para ir empezando, aquí.

Por esa razón, vamos a presentaros unas cifras y curiosidades sobre algunos tipos de personas y sociedades que os podéis encontrar por en ancho mundo, tal vez para incentivar que os mováis un poco, tal vez para que aceptéis que el mundo es mucho más grande y variopinto de lo que parece, y que es imposible acabárselo ni en una ni en diez vidas.

Riqueza y pobreza

Niños pobres en Yakarta, Indonesia
Niños pobres en Yakarta, Indonesia
Imaginad que ordenamos todos los países del mundo por sus ingresos per cápita. Descubriremos que en el 10% superior son por término medio aproximadamente 30 veces más ricos que los que se encuentran en el 10% inferior. También descubriremos que los países más ricos son 100 veces más ricos que los más pobres.

En los países más pobres viven más de 1.000 millones de personas, un 15% de la población mundial.

Los países más pobres son Zambia, Franja de Gaza, Zimbawe, Chad, Moldavia, Haití, Liberia, Guatemala, Surinam y Angola.

Somos muchos, pero también pocos

Ciudad de México, la mayor aglomeración hispana del mundo
Ciudad de México, la mayor aglomeración hispana del mundo
En el planeta somos siete mil millones de personas. Es una cifra tan elevada que ningún cerebro humano está capacitado para imaginarla (estudios psicológicos señalan que un cerebro puede imaginar de verdad apenas 150 individuos: el resto no deja de ser una montaña borrosa de caras).

Hay tanta gente que nunca podréis conocerla a toda. De hecho, mientras estoy escribiendo estas líneas están naciendo y muriendo docenas y docenas de personas, justo ahora, una, dos, tres, cuatro, cinco… a este ritmo. O incluso más rápido. Somos tantos que si todos los seres humanos se pusieran en hilera, como se hicieran cola para entrar en un evento deportivo o un concierto de masas, esa hilera recorrería más de 8 veces la distancia que hay hasta la Luna.

Sin embargo, a pesar de que somos muchos más de los que podemos asumir, también somos muy pocos, en realidad, lo cual debería hacernos tener en cuenta que cada vida vale, y que debemos luchar para que todo el mundo disponga de una vida digna y próspera. ¿No os lo creéis? Pues pensad en esto: si amontonáramos a todas las personas vivas que existen en el mundo como si fueran troncos, el resultado sería un cubo de poco más de un kilómetro de lado. Es decir, que toda la humanidad, bien juntita, podría ocultarse fácilmente en una sección del Gran Cañón del Colorado, una escarpada garganta excavada por el río Colorado en el norte de Arizona, Estados Unidos.

Y toda la sangre humana cabría perfectamente en Central Park, en Nueva York. Si tenemos en cuenta que el área de Central Park es de 334 hectáreas, esto es, unos 3,34 kilómetros cuadrados, basta con rodearlo con una pared para que contenga tal volumen de sangre. Y la sangre sólo alcanzaría unos 6 metros de altura.

En la próxima entrada de esta serie de artículos sobre la enorme variedad de personas que hay en el mundo, seguimos con otros datos sorprendentes que tienen que ver con las diferentes culturas y sus lenguas.

Fotos | Wikipedia

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