Lo primero que os llamará la atención del Wong Tai Sin Temple de Hong Kong es que siempre está repleto de fieles. Nos es fácil en una ciudad tan frenética como la capital financiera de Asia.
Llegar hasta él es relativamente sencillo gracias al espectacular transporte público de Hong Kong. Está situado al norte de Kowloon y se puede acceder en metro. Apearos en la parada Wong Tai Sin y salid por la puerta B2. El colorido del templo y la muchedumbre harán el resto del trabajo de localización.
Este célebre templo hongkonés está dedicado a Wong, dios de la buena fortuna y de la curación. En una sociedad tan supersticiosa y donde los negocios son los más importantes, Wong lo tiene fácil para ser la deidad más adorada.
Yo os recomiendo que os mezcléis entre la gente y os empapéis de sus costumbres, siempre respetando sus oraciones. Hacedlo y disfrutaréis al máximo de uno de los lugares más vivos de Hong Kong.
El edificio principal del Wong Tai Sin Temple es simplemente espectacular. Los tejados cubiertos con azulejos amarillos son muy característicos, al igual que los pilares rojos y los fascinantes relieves de dragones dorados que compiten en belleza con los muchos animales mitológicos.
Todo vale para atraer a la buena fortuna y los devotos fieles ofrecen fruta y queman grandes barras de incienso para ganarse el favor del todopoderoso Wong.
Fue en este templo donde vi por primera vez los chim, una especie de cubo con palos de bambú que se agitan constantemente. Los chim van numerados y al tirarlos al suelo debes anotar los números para que los sacerdotes los interpreten.
Así es el Wong Tai Sin Temple de Hong Kong, un lugar fascinante, vivo y donde los favores celestiales sirven para conseguir anhelos terrenales. Religión y dinero se entremezclan en uno de los templos más hermosos esa zona del mundo.
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