Cómo moverse dentro de México

Cómo moverse dentro de México
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Si tienes pensado organizar un viaje por México, deberás armarte de paciencia y averiguar un poco sobre cómo moverse dentro de ese hermoso país. No es fácil, pero veamos.

Trasladarse de una ciudad a otra dentro el territorio mexicano no es un tema sencillo. Básicamente porque las opciones puestas a disposición del pasajero, son pocas y la desorganización manda.

Especialmente difícil es el tema cuando vas de visita, como turista y esperas poder organizar mínimamente tu ruta desde tu lugar de origen. Hoy en día, con internet al alcance de la mano, hay cosas que resultan aún extremadamente complicadas.

Los viajeros europeos, acostumbrados a usar el tren, con rutas, horarios, tarifas y clases bien definidas, organizados y con información accesible, se encontrarán perdidos.

En México no hay trenes, a pesar de que las distancias los harían perfectamente válidos para viajar de una punta a la otra de su extenso territorio. Pues no.

Veamos los vuelos domésticos. Como en otros países de América (Argentina, por ejemplo), los vuelos internos o domésticos son absurdamente caros. Será un tema de demanda interna, costos y demás. La cuestión es que los viajeros internacionales se encuentran con que un tramo interno puede costarles mas de lo soñado.

Las compañías aéreas de bajo coste o low-cost operan rutas internacionales, pero ninguna (o casi ninguna) interna. Y nos encontramos que un vuelo interno México-Guanajuato (León) nos puede costar unos 110 euros (ida solamente) y un vuelo México-Nueva York puede costar 150 euros y menos comprando ida y vuelta.

Opción C: autobús. Parece que México está organizado para ser recorrido en autobús o en coche. Hay muchísimas líneas que conectan cada rincón mexicano, con todo tipo de servicios.

Ahora bien, organizar con antelación un viaje usando servicios regulares de autobuses será una tarea imposible. Podemos llegar a averiguar a distancia desde donde salen (desde la estación Central Norte, por ejemplo en México D.F.), pero poco más.

Las empresas no suelen tener páginas web, si las tienen están desactualizadas o la información que brinda no ayuda a la organización. Pero también está el hecho de que los horarios y frecuencias son terriblemente variables. Y después queda el tema de la reserva y pago desde el exterior. Ufff !

No estamos diciendo que brinden un mal servicio una vez que conseguimos subir al autobus que nos lleva al lugar que queremos, cuando mas o menos deseamos, sino que para lograr viajar en uno de ellos deberemos seguir la costumbre local: ir a la estación, averiguar “cuál es el próximo a…” y esperar.

Hoy en día, ya algunas líneas de autobuses en México tienen su sitio web y los están nutriendo mejor, pero eso es reciente y tampoco podemos presumir de que estén muy bien. Nadie se fia de la información “oficial” de las propias empresas. Eso sí, una vez a bordo, nos encontraremos con servicios muy aceptables, y en algunos casos hasta con servicio wifi.

Es así.

De todas formas, ¿para qué viajar sino para tomar contacto con otras formas de hacer las cosas? El colorido de los autobuses, los trámites, las farragosas colas para comprar billetes en las estacions y hasta la incertidumbre nacida del caótico sistema, tienen un personalísimo sabor local.

Foto | Phylevn en Flickr

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